Antes que nada, que los jóvenes estén, aprendan y participen en la escuela
Antes de pensar en políticas públicas para que los jóvenes se incorporen al mercado laboral, necesitamos que tod@s estén, aprendan y participen en la escuela
Laura Ramírez
Coordinadora de REDUCA en Mexicanos Primero
@Laurami0316
En esta etapa de transición presidencial se habla mucho en México sobre programas para incorporar a los jóvenes al mercado laboral. Sin duda, es un tema prioritario ya que más del 23% de los jóvenes entre 15 y 19 años no estudian y no trabajan (INEGI, 2016).
El foco se ha puesto en la parte laboral pero sin profundizar en todos los factores que influyen en que los jóvenes dejen la escuela; hay estudios y opiniones sobre las causas del abandono escolar (por ejemplo CAF, 2018. INEE, 2017) que apuntan generalmente a la situación socioeconómica de las familias, también se menciona el embarazo adolescente, la violencia externa a la escuela y la interna que se vive como acoso escolar por parte de los compañeros o a veces de los maestros, el rezago escolar, la falta de pertinencia de los contenidos escolares y la falta de vinculación entre los niveles educativos (secundaria y media superior especialmente).
Sin embargo, esos factores son sólo síntomas de un sistema educativo excluyente que permite y hasta alienta que muchos jóvenes dejen de estudiar ¿Cómo revertir la situación?
Si pensamos que la triple inclusión que garantiza el derecho a aprender implica que cada joven esté, aprenda y participe en la escuela, vemos muchos programas enfocados en otorgar becas lo que sólo se enfoca en la asistencia. Estar es condición indispensable para las otras dos pero no es suficiente, pareciera que es el primer paso pero en realidad es un proceso cíclico donde aprender y participar son condiciones para que permanezcan. Si un joven no aprende y siente que su educación es algo impuesto que poco se relaciona con sus intereses o necesidades, ¿para que sigue ahí?
Necesitamos políticas públicas para que la educación sea incluyente, que se enfoquen en lograr que cada estudiante aprenda lo que quiere y necesita, y pueda y quiera participar activamente en su propio proceso educativo y en la construcción de la comunidad escolar. Aunque sea valioso tener jóvenes productivos no podemos dejar de lado que la escuela no sólo prepara para el futuro laboral, también debería ser indispensable para que los jóvenes sean individuos autónomos con habilidades socioemocionales y ciudadanos comprometidos con la democracia participativa.
Garantizar el derecho a aprender es la base para que los demás derechos –incluido el derecho al trabajo- sean cabalmente respetados y es la única manera de lograr una sociedad más justa para los jóvenes, para tod@s.
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