03/11/2021

Lograr, pero todos juntos

El ERCE 2019 es una herramienta valiosa para conocer cómo estaban los aprendizajes de los estudiantes en 2019, dialogar sobre ello y tomar decisiones para mejorar. Les compartimos el Pronunciamiento de REDUCA sobre ERCE 2019 "Lograr, pero todos juntos"

Declaración de la Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil en Educación (REDUCA), ante los resultados de medición de logros de aprendizaje de estudiantes de sistemas educativos de América Latina y el Caribe 03 de diciembre 2021


Las organizaciones que conformamos REDUCA, presentes en 16 países de la región, manifestamos nuestra preocupación y ponemos en común nuestra propuesta en torno a la difusión pública de los resultados Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2019), a cargo del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), iniciativa conducida por la UNESCO y conformada por especialistas del organismo internacional y de los ministerios e instituciones de los países participantes.

 

El estudio ERCE 2019 describe lo que los estudiantes saben y son capaces de hacer en función de su propio currículo y los sitúa en cuatro niveles de desempeño que describen la habilidad que demuestra el o la estudiante al resolver las diferentes preguntas de las pruebas. El primer nivel corresponde al menor y el cuarto nivel al mayor resultado. 

 

En el estudio participaron Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. Hay una coincidencia amplia con la conformación de los miembros de REDUCA, ya que el estudio toma en cuenta a 15 de los 16 países que la conforman.

 

El ERCE 2019 es el cuarto estudio que realiza el LLECE de la UNESCO desde que inició labores, en 1995. En su aplicación, efectuada en 2019, antes de la pandemia, participaron más de 160 mil niños y niñas de la región que se encontraban cursando 3º y 6º grado de primaria. El estudio evaluó su desempeño en las áreas de Lenguaje (Lectura y Escritura), Matemática y CienciasAdemás de las pruebas, se aplicaron cuestionarios a los estudiantes, docentes, directores, madres y padres de familia, para recabar información sobre el contexto en que se desarrollaron los aprendizajes, y por primera vez se incorporó un módulo sobre habilidades socioemocionales.

Los datos de este estudio de la UNESCO indican que persisten los bajos niveles de logro en la región y que, en promedio, no hay avances significativos desde la última evaluación, realizada en 2013. Sólo se observan avances sustantivos en Perú, Brasil y República Dominicana.

En promedio en los 16 países de la región, el 40% de los estudiantes de 3º grado y el 60% de 6º grado de primaria no alcanzan el nivel mínimo de competencias fundamentales en Lectura y Matemática. Más aún, en la mayor parte de los países de la región no se evidenciaron mejoras significativas en los logros de aprendizajes de sus estudiantes de primaria entre 2013 y 2019, y algunos países tuvieron retrocesos.  Esto manifiesta que en los países de América Latina y el Caribe se enfrenta una crisis educativa, y que avanzar en el logro de los aprendizajes fundamentales sigue siendo una tarea pendiente para poder hacer efectivo el derecho a una educación de calidad.

Desde REDUCA, por tanto manifestamos:

 

UNO. Saludamos y reiteramos nuestro beneplácito por el esfuerzo para seguir contando con información oportuna y relevante para la mejora basada en evidencia de los procesos educativos. Nuestra postura es clara: la tarea educativa es tan relevante y delicada que requiere de los esfuerzos más sólidos, rigurosos y confiables para captar los retos y avances de manera objetiva y demostrable. Felicitamos el acierto de evaluar por primera vez las habilidades sociemocionales de los participantes, y exhortamos a que sea una práctica que se siga fomentando en próximos procesos evaluativos. Sabemos y afirmamos que no todo lo que es valioso se puede medir, y por ello no compartimos una visión de política pública que se centre en un cambio mecánico de indicadores, ya que empobrece la diversidad y restringe la dimensión más profunda y menos instrumental del proceso educativo, además de generar incentivos para el reduccionismo en el curriculum y la práctica, fomentando la competencia por encima de la colaboración y la simulación en lugar de la verdadera transparencia. Rotundamente, tampoco estamos de acuerdo con una visión que niega el valor de la evaluación del aprendizaje, ideológica y justificatoria, que se quita responsabilidad sobre el logro de aprendizaje y que favorece la opacidad y la captura de clientelas, al destacar sólo la ampliación de la oferta educativa -más matrícula, más inversión- pero sin revelar ni hacerse cargo de los resultados, que es el núcleo del ejercicio del derecho. El sano equilibrio, como se muestra en el esfuerzo del ERCE, a todos nos favorece y nos permite servir mejor a niñas, niños y jóvenes de la región. 

 

Invitamos a todos los gobiernos a no dejar su rol para asegurar procesos de medición de logro de aprendizaje, orientados a ajustar las intervenciones. Que no sea un instrumento usado como etiquetación de las personas, sino que asegure el claro compromiso de transparencia y rendición de cuentas, como una pieza clave para consolidar la necesaria sinergia de toda la sociedad a favor de la generación joven.

 

DOS. Destacamos, de entre la multitud de datos a apreciar y reflexionar en el reporte, un hallazgo clave: la variación de resultados al interior de los países es mayor que entre países. Ello significa que, en la inmensa mayoría de las comunidades en nuestra región, todavía el contexto socioeconómico se impone al proyecto educativo. Cada país es “muchos países”, y las exclusiones se acumulan cuando la escuela no se concibe y no se opera por los gobiernos con auténticos criterios de inclusión y de compensación para la equidad. Tener una pobre educación para los más vulnerable es cristalizar las brechas, reflejar y repetir la desigualdad de origen, una generación tras otra. Los promedios no nos deben dar falsas tranquilidades: al interior de nuestras naciones la exclusión y la polarización acechan si no damos un paso firme hacia una educación que integra la diversidad, pero siempre en una perspectiva de igualdad sustantiva y de actualización de las oportunidades vitales. La inclusión y equidad no se logra con el subsidio permanente, sino con el empoderamiento de las personas y las comunidades, y ahíel aseguramiento de trayectorias en la educación de calidad es la pieza central.

 

TRES. Finalmente, hacemos un llamado urgente a todos los gobiernos de la región, pues, como muestra ERCE, el derecho a aprender de las niñas, niños y jóvenes latinoamericanos no se garantizaba plenamente desde antes de la pandemia. Después de varios meses de escuelas cerradas por la contingencia sanitaria, esta situación se ha agravado, con un impacto negativo, acelerando la desigualdad social y de oportunidades ya presentes antes del 2020.

 

Las 16 organizaciones que conformamos REDUCA consideramos que la recuperación y mejora del aprendizaje, el centro del derecho a la educación, debe ser una prioridad inmediata; para ello, la estrategia de regreso a clases presenciales debe ser un proceso enfocado en:

 

a)    Regreso seguro para cada niña, niño y joven –NNJ-: Los países deben contar con protocolos detallados que permitan a las comunidades escolares tener lineamientos sobre lo que implica un regreso que minimice el riesgo de contagio y garantice las medidas recomendadas por las autoridades de salud tales como agua potable para lavado frecuente de manos, uso de cubrebocas o mascarillas faciales adecuadas, instalaciones bien ventiladas, uso eficiente de los espacios escolares con distancia apropiada entre las personas e insumos necesarios como termómetro, gel antibacterial y desinfectantes.  

b)    Estrategias de mitigación del abandono escolar: Después de la emergencia muchos han quedado fuera del sistema escolar, se requieren sistemas de información actualizados que permitan identificar quiénes han tenido que dejar la escuela, dónde están y cómo se pueden reintegrar a la brevedad. Debe contemplarse el aseguramiento de acciones vinculadas a la salud mental de docentes, estudiantes y toda la comunidad educativa.

c)    Foco en el aprendizaje: Como hemos mencionado, nuestras NNJ no estaban aprendiendo lo que es su derecho ya antes de la pandemia, y el rezago educativo se profundizará en los siguientes meses y años si no hay acción decidida. Se requiere que las y los docentes cuenten con formación constante para atender esta realidad, sumado a una estrategia centrada en aprendizajes fundamentales y curricula flexible para evitar sobrecarga académica y favorecer la equidad dentro de cada grupo, así como propiciar la innovación pedagógica -modelos híbridos y pedagogías activas- para que todas y todos aprendan lo que realmente necesitan para continuar su trayectoria escolar.

d)    Acompañamiento socioemocional: No habrá mejora en los logros de aprendizaje académico si no se pone atención en las emociones de las y los estudiantes y sus maestras o maestros. Las NNJ han pasado una etapa de frustración, temor y tristeza que tendrá impacto en los procesos de aprendizaje, y es fundamental considerar esta variable no como algo marginal o extraordinario sino como un punto central para poder retomar los procesos de aprendizaje; las escuelas requieren los apoyos y capacidades para abordar este aspecto cotidianamente.

e)    Escuchar a las comunidades escolares: las autoridades requieren entender lo que pasa en las escuelas para tomar mejores decisiones de política pública. Las decisiones verticales y alejadas de la realidad escolar han mostrado ser poco efectivas para transformar la educación. Es momento de tener en cuenta la voz de familias y docentes para tomar mejores decisiones, con impacto sostenido y relevante en cada contexto escolar.

f)      Corresponsabilidad: la educación es un asunto de todas y todos, y ante la emergencia que afrontamos se requiere aún mayor corresponsabilidad para garantizar el derecho a aprender; necesitamos autoridades dispuestas a trabajar con la sociedad civil, académicos y sector privado como única salida para lograr el objetivo hoy común a todos los países de la región: un regreso presencial efectivo y pertinente para que NNJ recuperen los aprendizajes perdidos, y puedan seguir aprendiendo a lo largo de su vida, protagonistas de su desarrollo, ciudadanos de su comunidad y de su planeta.

 

 

Como red de organizaciones y comunidad de aprendizaje y de práctica, REDUCA refrenda su compromiso para seguir trabajando con las autoridades nacionales y subnacionales, con organismos internacionales, con aliados estratégicos y con cercanía a las comunidades escolares, para que los resultados de ERCE, que hoy nos preocupan, sean un referente de partida para resultados óptimos en próximas ediciones, y sobre todo para que cada NNJ de la región esté en la escuela, aprenda y participe en ella desde la primera infancia y durante toda la vida. Queremos que mejore el logro, pero no de unos cuantos, sino de todas y todos. Queremos lograrlo todos juntos.

 

Es momento de repensar la gestión escolar, fortalecer el liderazgo de los directores, poner en el centro de todo esfuerzo del sistema educativo a los estudiantes y sus aprendizajes, velando para que la educación sea el medio que pueda cambiar su vida y brindarles un futuro alentador.


Fuente:

https://es.unesco.org/news/resultados-logros-aprendizaje-y-factores-asociados-del-estudio-regional-comparativo-y